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#344 Las Emociones y Decidir si el Cristianismo es Verdadero

January 25, 2014
Q

Hola Dr. Craig,

En primer lugar, permítame agradecerle por los podcasts y debates tan estimulantes en los últimos años. Su defensa inteligente del teísmo contra los ataques personales injustificados y los hombres de pajas inagotables que le arrojan sus oponentes es algo digno de admiración. En resumen la pregunta que tengo para usted es la siguiente. ¿Cuál es el papel que juegan las emociones en el proceso de decidir si el cristianismo es verdadero?

Hago la pregunta porque usted ha dejado claro que cree que es racional creer en la verdad del cristianismo y que varios cristianos convertidos, por ejemplo Holly Ordway en su libro “Not God’s Type” [No el Tipo de Dios], han dicho que fue el deseo de conocer la verdad que les motivó a examinar la evidencia.

Sin embargo, me parece que la evidencia que hay para la Resurrección de Cristo no es conclusa o convincente, y que por lo tanto deben ser las emociones que mueven a una persona de una lado al otro. De seguro que esto significa que no es posible hacer una evaluación completamente despasionada de la evidencia.

Con frecuencia, el argumento moral juega un papel crucial en convencer a una persona, de la manera que usted lo defiende en muchas ocasiones. Pero ese argumento depende de una segunda premisa mezclada con emoción: si una persona se siente lo suficientemente fuerte que algunas cosas son objetivamente malas, entonces el argumento funcionará y moverá a esa persona más cerca de aceptar la evidencia de la resurrección. Sin embargo, en lo personal yo aparento ser un perpetuo nihilista y pesimista temperamental acerca de la objetividad de la moralidad y del valor del cosmos y de nosotros los seres humanos. Esto me hace escéptico en mi evaluación de la evidencia de la Resurrección a pesar de que estoy convencido por el argumento Cosmológico de que Dios en efecto existe y de mi deseo de que el cristianismo sea verdadero. Simplemente parece ser demasiado bueno para ser verdad y la proposición auxiliar de que Dios se preocupa tanto por nosotros que sacrificó a su hijo simplemente, para mí, no cuadra con mi experiencia del mundo. El mundo parece un lugar muy duro e indiferente si no hostil para nosotros. Estoy consciente de que mi percepción de la realidad podría esta distorsionada por las experiencias que he tenido o que perdido durante mi vida.

Esta disposición emocional es un gran obstáculo para mí en hallar el caso de la Resurrección lo suficientemente convincente para aceptarlo. Simplemente se siente demasiado como una ilusión, querer que el mundo sea diferente a lo que realmente parece ser. Pero eso parece indicar que estoy dejando que mis emociones (negativas) influencien mi evaluación de la evidencia. ¿Cómo una persona como yo aborda la evidencia de la Resurrección, tomando en cuenta estos obstáculos temperamentales? ¿Es posible dejar el pesimismo a un lado y evaluar la evidencia de manera objetiva y aún llegar a una conclusión bien firme?

Muchas gracias,

Grant

  • United Kingdom

Dr. Craig

Dr. craig’s response


A [

Estoy contento de que estés pensando acerca de estas cosas, Grant, y al parecer estás considerando convertirte en un cristiano.

De la manera que pienso acerca de tu pregunta, creo que será útil si hacemos la distinción entre el papel que juegan las emociones en garantizar la verdad del cristianismo y su papel en nuestro decidir si el cristianismo es verdadero.

Con respecto al primer papel, me parece que las emociones no tienen ningún papel que jugar en garantizar la verdad del cristianismo, a pesar de que lo que a menudo se malentiende como emociones, de hecho, pudieran tener un papel importante que jugar. Por “garantizar la verdad del cristianismo”, quiero decir que proporciona justificación para pensar que las afirmaciones de verdad del cristianismo son verdaderas. Ese es el papel de la razón, no de las emociones. Como te sientes acerca de algo no es indicativo de su verdad o falsedad, a menos que esos sentimientos surjan como resultado de los factores racionales que los subyacen. Esto es debido a que las emociones no rastrean la verdad.

Por otro lado, a veces he oído a los incrédulos caracterizar como apelaciones emocionales simples lo que yo considero ser liberaciones objetivas de la razón que garantizan alguna verdad. Tomemos, por ejemplo, la segunda premisa del argumento moral

2. Los valores y deberes morales objetivos existen.

la cual se menciona en tu carta. Dices que este argumento “depende de una segunda premisa mezclada con emoción: si una persona se siente lo suficientemente fuerte de que algunas cosas son objetivamente malas, entonces el argumento funcionará”. Ahora bien, si quieres decir que una persona que crea fuertemente en la segunda premisa va a encontrar el argumento convincente, entonces tu afirmación no es tan interesante y tiene que ver sólo con la utilidad pragmática del argumento para evangelizar a los no creyentes. ¡Sin duda, el argumento moral “funciona” en este sentido mucho mejor que el argumento ontológico! Pero si tienes la intención de insinuar que la segunda premisa no disfruta de una garantía racional y que está basado puramente en sentimientos emocionales, entonces pienso que estás confundiendo la experiencia moral con las emociones. La forma estándar en la que los éticos evalúan la moralidad de varias acciones es pensando acerca de ellas y evaluándolas a la luz de nuestra experiencia moral y de las intuiciones. Decir que no tenemos ningún sentido moral que nos guíe es ya suponer que nuestras intuiciones morales son puras emociones, lo que comete una petición de principio. ¿Qué es más obvio: que abusar sexualmente de una niña es moralmente malo o que mis intuiciones morales no son totalmente fiables? Como Louise Antony dijo en nuestro debate en la Universidad de Massachusetts, "La existencia de los valores morales objetivos siempre será más obvia que las premisas en cualquier argumento a favor del escepticismo moral". Por lo tanto, el escepticismo moral nunca puede ser racionalmente justificado. Nuestra aprehensión de una esfera o ámbito de los valores y deberes morales objetivos se garantiza exactamente de la misma manera que se garantiza nuestra creencia en una esfera objetiva de los objetos físicos que nos rodean. Así como no hay manera de salir fuera de nuestras intuiciones sensoriales para comprobar su veracidad, tampoco podemos salir de nuestras intuiciones morales para comprobar su veracidad. Estas son creencias propiamente básicas fundamentadas en la experiencia y se sostienen de forma racional hasta que sean derrotadas o vencidas por alguna creencia que tenga una mayor garantía para nosotros.

Otro ejemplo sería la garantía para la verdad del cristianismo que viene del testimonio interior del Espíritu Santo. Suponer que la experiencia del testimonio del Espíritu Santo para la verdad del cristianismo es meras emociones es una petición de principio. Si Dios existe, Él es ciertamente capaz de comunicarte Su verdad en tanto de una forma interna como a través de evidencias externas. Una vez más, estoy convencido que ciertas creencias cristianas se conocen ser verdaderas de una manera propiamente básicas, basado en el testimonio interno que el Mismo Dios nos transmite a nosotros. Interesantemente, las creencias basadas en el testimonio—como mi creencia de que tu nombre es Grant—es una creencia propiamente básica, la cual soy racional para sostener a menos y hasta que nos surja un derrotador o vencedor para esa creencia. De la misma manera, muchas creencias cristianas son creencias garantizadas para nosotros por el testimonio—el testimonio del mismo Dios. No seas demasiado rápido para descartarlo, no sea que no puedas escuchar la voz de Dios hablándote a ti.

Así que mientras que las emociones no juegan un papel en garantizar la verdad del cristianismo, las personas que no tienen ningún entendimiento o que tienen poco entendimiento de las creencias propiamente básicas basadas en la experiencia con frecuencia van considerar despectivamente las creencias garantizadas de esta manera como que se basan puramente en la emoción.

Pero ¿qué podemos decir del segundo papel de las emociones, su papel en nuestro decidir si el cristianismo es verdadero? Ya que aquí estamos interesados en la toma de decisiones humanas, es obvio que las emociones pueden desempeñar y desempeñan un papel enorme en la forma que tomamos decisiones. Ninguno de nosotros somos el señor Spock (uno de los personajes de la serie Star Trek), impasible ante nuestras emociones. Todos nosotros tomamos decisiones a través de la interacción de la razón y la emoción.

Ahora bien, el discernimiento y la honestidad de tu carta es encomiable porque admites que este hecho es una espada de dos filos. Así como una persona muy optimista, para quien todo es dulzura y luz, podría estar dispuesto a ver la mano de Dios obrando en todas partes en el mundo, así también el pesimista y nihilista cósmico verá el mundo como un lugar mucho más oscuro y será cínico acerca del valor y de las motivaciones de las personas. Lo que es importante ver es que ninguna de estas personas está más justificada por sus emociones en la manera que ve el mundo. Tus sentimientos de que es “¡demasiado bueno para ser verdad!" (lo que también me sorprendió ver de un no-cristiano) no tienen más validez en ellos que alguien que sea guiado por cumplir un deseo.

Tienes razón en que el mundo parece ser un lugar duro e indiferente. Pero tú sabes, eso es precisamente lo que el cristianismo nos dice acerca del mundo. Puedes leer el primer capítulo de la carta de Pablo a los Romanos en tu Nuevo Testamento. Pablo describe un mundo de la humanidad que está alejado de Dios, moralmente depravado y culpables ante Él, coqueteando con la tiniebla espiritual y buscando los dioses falsos de su propia creación. Tres veces Pablo dice: "Por eso Dios los entregó. . . ." Dios no interviene, Él permite que la depravación humana continúe corriendo su curso. Esto sólo sirve para aumentar nuestra sensación de que algo está terriblemente mal y para alertarnos de nuestra necesidad de Dios. Como cristianos, sabemos que estamos viviendo en un mundo caído. Pero este mundo no es nuestro hogar. Somos ciudadanos de otra nación, una tierra que es más clara que el días.

Así que necesitas deshacerte de tu pesimismo y mirar de la manera más objetiva que puedas a la garantía que hay para las afirmaciones de verdad del cristianismo. Lees los Evangelios y pídele a Dios que te hable a través de ellos. Lees los capítulos en mi libro Reasonable Faith [Fe Razonable] que tratan con la historicidad de la resurrección de Jesús. Observas algunos de mis debates con los críticos escépticos del Nuevo Testamento como Crossan, Borg, Lüdemann, Spong y Ehrman, y pregúntate qué bando cuenta con el apoyo de la evidencia. Es impresionante el hecho de que deberíamos tener alguna evidencia para un acontecimiento tan extraordinario como la resurrección de entre los muertos de Jesús de Nazaret. Es algo increíble ver que la evidencia sea tan buena.

Una cosa que te puede ayudar a evaluar la evidencia de manera objetiva es considerar el hecho, el cual se me ocurrió justamente después de completar mis estudios de doctorado en Munich, de que los principales hechos históricos que apoyan la inferencia a la resurrección de Jesús son aceptados por la gran mayoría de los historiadores de Nuevo Testamento de hoy, tanto cristianos como no cristianos. La gran mayoría de los eruditos que han escrito sobre el tema coinciden en que (1) la tumba en la que Jesús fue enterrado por José de Arimatea fue encontrada vacía por un grupo de sus seguidoras el domingo por la mañana después de su crucifixión; (2) después varios individuos y grupos de personas en diferentes ocasiones y bajo una variedad de circunstancias experimentaron apariciones de Jesús resucitado de entre los muertos, y (3) los discípulos originales de repente y sinceramente llegaron a creer que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos a pesar de tener toda predisposición a lo opuesto. ¿No es increíble que la mayoría de los eruditos están de acuerdo con esos hechos? Entonces, la pregunta es: ¿cómo tu mejor los explica? Sobre este asunto, la mayoría de los eruditos de hoy probablemente profesarían simplemente el agnosticismo. Muchos dirían que como historiadores no pueden hacer un pronunciamiento sobre si Jesús resucitó de entre los muertos. Pero como un filósofo y un ser humano ordinario, nada me prohíbe hacer dicha inferencia. ¿Puedes pensar de alguna explicación mejor que la que los propios discípulos originales dieron?

Te insto a que reconozca que tu pesimismo podría estar impidiendo que tú evalúes de manera objetiva la evidencia que hay para el cristianismo. La realidad podría ser mejor que lo que piensas. El filósofo William James una vez dijo, “Podríamos estar en el mundo así como los perros y gatos están en las bibliotecas, mirando los libros y escuchando las conversaciones, pero sin tener ni idea del significado todo eso”.

- William Lane Craig