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#250 ¿Es Absurda la Vida sin Dios?

January 25, 2014
Q

Recientemente escuché su podcast “Immortality and Meaning” [La Inmortalidad y el Significado], el cual me motivó a hacerle esta pregunta acerca del supuesto absurdo de la vida sin Dios. Después de leer su capítulo por completo sobre el tema en Reasonable Faith [Fe Razonable], el artículo que lo acompaña en su página Web y algunos comentarios acerca de su obra que hicieron los ateos, ahora cuestiono de si la vida verdaderamente es absurda en el ateísmo. En particular, el artículo académico de Stephen Maitzen “On God and Our Ultimate Purpose” [Acerca de Dios y Nuestro Último Propósito], escrito como una réplica para su obra acerca de la materia como también una respuesta a la Pregunta # 179, ha planteado muchas objeciones serias al caso que usted ofrece de que la vida sin Dios y la inmoralidad es absurda. Desafortunadamente, su caso aquí carece de la claridad característica con la cual usted presenta sus argumentos a favor del teísmo. Sin embargo, creo que usted está afirmando algo similar a estos cuatro condicionales:

a. Si la vida y el universo llegarán a un final, entonces no hay un significado o propósito último para ellos.

b. Si Dios no existe, entonces no hay razón prudencial para comportarnos de una manera moral.

c. Aun si la vida y el universo no llegasen a un final, aún no habría un significado o propósito último ya que ellos serían el resultado de accidentes cósmicos.

d. Si Dios no existe, entonces los valores y deberes morales objetivos no existen.

Con la excepción de (d), las otras tres sufren de muchos problemas.

En primer lugar, se ve que (a) puede ser probada falsa. El hecho de que las cosas salen de la existencia no parece hacer nada para hacerlas significativas. Maitzen objeta:

[Craig] continúa: nuestras vidas tienen significado sólo si ellas tiene un significado último y ellas carecen de significado último si ellas alguna vez terminan. Si dejamos de existir cuando nuestros cuerpos mueren, nuestras vidas no significan nada.

¿Por qué? Porque aparentemente nada que llegue a un final alguna vez ha sido significativo y todas las cosas que terminan son por igual insignificativas. Al menos que seamos inmortales, dice Craig, ‘La humanidad[…] no es más significativa que un enjambre de mosquitos o un corral de cerdos, pues su destino es el mismo’.

Craig nunca defiende su afirmación de que nada temporal tiene significado o su implicación de que todas las cosas temporales son igualmente insignificativas. Simplemente él lo repite muchas veces, como si eso debería ser obvio. Pero ¿es verdad de que nada que sea temporal tiene significado? Pensemos acerca de las grandes piezas musicales o de las obras. ¿Una presentación de primera clase de Tosca o King Lear carece de significado simplemente porque sólo dura algunas horas? ¿Tendría más significado si ella nunca terminara? Difícilmente. De hecho su significado depende de que ésta tenga un arco finito. Perdería su significado y se haría insoportablemente tediosa si continuara para siempre. Tampoco su duración finita la hace tan insignificante como una siesta de igual duración. Claramente, entonces, necesitamos una mejor medida de significado que una mera duración.

Además, aun si fuese el caso de que ciertas cosas perderán significado a través del tiempo, ellas siempre habrán sido significativas, de la misma manera que una gran obra es significativa en el momento que se presenta (a pesar de que no sea significativa 1000 años después). Dado que todos estamos viviendo en el presentes, ¿por qué no puede el ateo sostener que lo que hacemos tiene significado porque eso tiene importancia en este momento?

Próximo, con respecto a ambos (a) y (b), los términos “último,” “significado” y “propósito” son confusos. Entiendo que usted ha aclarado sus definiciones en la Pregunta # 179 de la siguiente manera:

“He tratado de analizar lo absurdo de la vida en término de que ella carece de sentido, valor y propósito último. La palabra "último" es muy importante ya que obviamente podemos tener propósito subsidiarios y valores condicionales sin Dios, pero mi afirmación es que absolutamente nada realmente importa si no hay Dios. Me parece que hay dos prerrequisitos para tener una vida de un significado, valor y propósito último. Estos son, Dios y la inmortalidad, y si Dios no existe, entonce no tendríamos ninguno.

Por "significado" quiero decir que algo es significativo o importante. Por "propósito" quiero decir un telos u objetivo de la vida”.

A pesar de esto, pienso que usted aun podría ser más claro. En primer lugar, ¿Qué quiere usted decir por “significativo” o “importancia”? De la manera que lo entiendo, los conceptos como significativo e importancia son términos relativos: las cosas son importantes relativas a otras cosas. ¿Está usted diciendo que en el teísmo nuestras vidas son las cosas más importantes? Eso parece difícil de entender dado que Dios es el ser más grande que se puede concebir y, de manera intuitiva, es más importante que nosotros. En segundo lugar, usar “propósito” para referirse a “telos o objetivo de la vida” comete una petición de principio porque es obvio que en el ateísmo no existe un telos u objetivo de la vida. Pero ningún ateo se encontraría esto alarmante o problemático. En tercer lugar, ambos “significativo o importancia” y “telos u objetivo de la vida” son conceptos sujetivos aun en la escala divina, ya que son relativos y asignados por Dios. Por lo tanto, no tiene sentido de hablar de un significado y propósito objetivo. En conclusión, como aclara Maitzen en el artículo, el uso que usted hace de “último” es vago y puede significar “sin fin” o “incuestionable”. Maitzen ha rechazado la primera definición como se da por su crítica de (a), de modo que tal vez usted está utilizando la última definición: que la ultimidad es incuestionabilidad. Esto es muy claro por la manera que usted critica las respuestas ateas al problema del significado y propósito. En mi mente, Maitzen ofrece una refutación devastadora en contra de esta definición y me encuentro que se me hace más fácil simplemente citarla por completo aquí:

Esta versión del argumento comienza con la pregunta “¿Qué hay de tan bueno acerca de alimentar a niños que se están muriendo de hambre?” Una respuesta llega muy fácilmente: “esto alivia el sufrimiento de los inocentes y les da una oportunidad para que prosperen”. Pero observe que podemos usar nuestra imaginación para “tomar un paso atrás” de esa respuesta: imaginemos mirar la Tierra desde un billón de kilómetros de distancia y mirar hacia atrás desde un billón de años en el futuro. Habiendo tomado un paso atrás, podemos preguntar: ¿Qué es (o fue) tan maravilloso acerca de hacer eso?” Retroceda lo más lejos que pueda y cualquier propósito puede comenzar a verse pequeño y trivial en la inmensidad del tiempo y espacio. Es una idea lo suficientemente familiar que usted puede hacer que algo se vea insignificante o hasta revela su verdadero insignificado, al retroceder de esto. Pensemos de los padres que tratan de convencer a su hijo llorón de que un incidente vergonzoso en la escuela no es en realidad una razón para dejar de vivir.

El argumento explota nuestra habilidad de tomar la visión larga—ocupar una posición que hace cualquier propósito cuestionable, sin importar cuan significativo éste parezca: ¿Por qué molestarse en buscar ese propósito? No es difícil de comenzar a caminar por este camino, como hemos visto, y pronto nos podríamos encontrar buscando un propósito que trasciende los límites de nuestra existencia terrenal. Nuestras vidas no pueden tener significado”, podríamos concluir, “a menos que su significado vaya más allá de nuestro tiempo en la Tierra”.

Esta versión del argumento, entonces, nos insta a concluir que un propósito último requiere de la existencia de Dios y está asegurada por la existencia de Dios, ya que sólo la existencia de Dios le pone una parada a las preguntas de la forma “¿qué es tan maravilloso acerca de eso?” La cosmovisión atea nunca le pone un pare a ellas, y de ese modo tarde o temprano nos lleva a la desesperación. Por otro parte, el teísmo nos da una parada satisfactoria: el propósito de Dios en crearnos, o tal vez el propósito de Dios al crear el universo. En lo que tiene que ver con el propósito de Dios, ya no tiene sentido preguntar “¿qué es tan maravillo acerca de eso?” Es un propósito que no puede ser reducido sin importar cuan lejos del propósito usted se aleje. Y así va el argumento.

Sin embargo, desafortunadamente para el teísmo, el argumento no funciona. Usted no puede ponerle un fin a esas preguntas problemáticas, sin importar lo que usted haga. Cualquier propósito que podamos comenzar a entender, podemos alejarnos de él y cuestionar. Consideremos lo que las religiones teístas ofrecen como el propósito real de Dios para nuestras vidas: glorificarle y disfrutar de su presencia para siempre. De seguro que podemos preguntar—y yo me pregunto—“¿qué es tan maravilloso acerca de eso?” ¿Qué es acerca de dicha actividad que automáticamente responde la pregunta “¿por qué esto vale la pena al final?” No estamos haciendo una pregunta confusa ni sin sentido como ¿Qué hora es en el sol?” o “¿Por qué está aquí aquí?” Es la misma pregunta que Craig pretendería con cualquier propósito de la vida que un ateo podría ofrecer. Podríamos cuestionar con sensibilidad cualquier respuesta posible a ello en igualmente la misma manera.

Concedido, en el medio de un encuentro post-mortem estático con Dios no se le podría ocurrir a usted preguntar, “¿por qué es esto último?” Pero aun permanecería la pregunta. Por el mismo lado, usted puede evitar considerar una preguntar drogándose como un loco o cometiendo suicidio ante ella, pero de esa manera usted no responde la pregunta, mucho menos la hace desaparecer. Siguiendo a San Pablo, los teístas podrían responder, “En esta vida usted puede ver por medio de un cristal, misteriosamente. Usted no puede entender cómo el estado de contemplar a Dios podría responder todas las preguntas genuinas, pero confíe en nosotros: si lo hace, usted lo va a ver allá”. El problema con esta respuesta es que simplemente es una carta de promesa. La misma promesa se puede ofrecer de parte cualquier cosa que alguien podría declarar como el propósito último […]

[…] Si, como Craig, pensamos que “¿Por qué molestarse?” requiere una respuesta que va más allá de nuestra existencia terrenal, deberíamos admitir que no hay una respuesta que sea no-arbitraria, ni siquiera el objetivo de glorificar y disfrutar a Dios por siempre. La misma pregunta que nos hizo buscar la trascendencia en primer lugar—“¿por qué eso importa?”—puede ser hecha acerca de glorificar y disfrutar a Dios. Si buscamos un punto de parada absoluto en nuestra búsqueda de propósito y significado, es inevitable que vamos a salir sin nada. El propósito último no puede existir aun si Dios existe. Es una fantasía que no debería traer a nadie al teísmo. Los ateos viven vidas que carecen de significado último. Pero también los teístas. Es inevitable. Y no importa cual bando tenga la razón acerca de la existencia de Dios”.

Me parece, entonces, que si Maitzen tiene razón, entonces la idea de significado y propósito último es imposible en el ateísmo *y* en el teísmo. Sospecho que esto es profundamente inconsistente con la enseñanza cristiana y espero que usted me pueda echar una mano con este problema.

Para (b) usted parece estar diciendo que las razones prudenciales y las razones morales están en conflicto con el ateísmo, lo cual resulta en una falta de responsabilidad moral. En su debate con Shelly Kagan, usted dijo que solamente en el teísmo pueden las razones prudenciales y morales estar en armonía la una y la otra. Sin embargo, como Kagan señaló, el naturalista realista moral puede simplemente argumentar de que las razones morales sopesan las razones prudenciales y que él debería seguir las razones morales. Además, Kagan argumentó que muchos cristianos se comportan de una manera moral no por el deseo de ser buenos sino más bien por el temor que tienen de la vida después de la muerte. Con esto en mente, el argumento que usted da de que el ateísmo destruye la responsabilidad moral no aparenta funcionar.

Espero que mis objeciones tengan sentido. Siento que el uso de la apologética cultural es extremadamente útil en traer a los ateos, agnósticos y apateístas a considerar el teísmo, pero a menos que estas pregunta puedan ser consideradas, no puedo llevarme a utilizarlas en una conversación.

Buena suerte,

Pranav

  • United States

Dr. Craig

Dr. craig’s response


A [

Éstas son preguntas vitalmente importantes, Pranav, unas que le pegan al mismo núcleo de nuestro ser. Al responderlas, quiero aclarar que no he leído el artículo de Maitzen, pero que estoy sólo respondiendo a las preguntas de la manera que las planteas. También, reconozco que estos son temas controversiales, pero estoy convencido de que si Dios no existe, entonces la vida es absurda. Es decir, que la vida no tiene significado, valor, ni propósito último. En mi visión, hay dos condiciones necesarias para que una vida tenga un significado, propósito y valor último: Dios y la inmortalidad—y si el ateísmo es verdadero, entonces es plausible que no tenemos ninguna de las dos.

En primer lugar, consideremos tus cuatro condicionales:

a. Si la vida y el universo llegarán a un final, entonces no hay un significado o propósito último para ellos.

b. Si Dios no existe, entonces no hay razón prudencial para comportarnos de una manera moral.

c. Aun si la vida y el universo no viniesen a un final, aún no habría un significado o propósito último ya que ellos serían el resultado de accidentes cósmicos.

d. Si Dios no existe, entonces los valores y deberes morales objetivos no existen.

Confieso que estoy un poco en shock porque aparentemente estás de acuerdo conmigo acerca de (d), ya que a falta de los valores objetivos, los demás puntos se hacen aun más claramente verdaderos. Por ejemplo, si todas las cosas no tienen valor objetivamente, entonces ¿cómo puede algo tener un significativo último?

Sí acepto (a) y (c). Reelaboraría (b) de una manera más clara:

b*. Si Dios no existe, entonces la razón prudencial y la razón moral pueden entrar (y con frecuencia entran) en conflicto, en cual caso no hay razón para actuar moralmente en vez de actuar en el propio interés de uno.

Eso es consistente con decir que en otros casos es, de hecho, prudente actuar de una manera moral. Bien, pues ¿cuál es el problema con (a)? (¡Seré mucho más breve en mis respuestas que lo que tú lo fuiste en tus preguntas!)

En primer lugar, “El hecho de que las cosas salen de la existencia no parece hacer nada para hacerlas significativas”. ¡De acuerdo! Si Dios y la inmortalidad son reales, entonces las cosas temporales en la vida, como una acción caritativa o un concierto precioso, tienen un significativo e importancia última. No era parte de mi argumento de que “nada temporal tiene significado”. Lo que sí niego es que si la humanidad y todas las otras cosas van a terminan siendo extinguidas para siempre en la muerte caliente del universo, entonces nada va a importar al final. No importa lo que hacemos, todo va a terminar en el mismo estado frío, oscuro y sin vida.

En segundo lugar, “aun si fuese el caso de que ciertas cosas perderán significado sobre el tiempo, ellas siempre habrán sido significativas”. Mi argumento no es que las cosas pierden el valor sobre el tiempo, sino que ellas nunca fueron de último significado para comenzar. El tiempo sólo sirve para darnos la perspectiva de ver que ellas no tenían ningún significado todo el tiempo.

En tercer lugar, “los términos ‘último,’ ‘significado’ y ‘propósito’ son confusos”. Es cierto que es difícil de dar significado a las palabras que son tan básicas en nuestro vocabulario. Sin embargo, he hecho el intento de aclarar cómo estoy usando esas palabras. ¿Cuál es la dificultad? Haces las cuatro preguntas:

1. “¿Qué quiere usted decir por ‘significativo’ o ‘importancia’?” Acudí a esas dos palabras para hacer claro lo que quería decir por “significado”. Pienso que las palabras están claras. Ellas tienen que ver con el por qué algo importa. No sé cómo lograr ser más básico que eso. Sí, esos son términos relativos que requieren algún tipo de marco dentro del cual algo puede ser considerado importar. Dentro del marco de un partido de béisbol, es muy significativo pegar un cuadrangular (home run) con las bases llenas. Pero si todo termina en la muerte caliente, ¿qué importa, hablando de lo último, que pegues 100 cuadrangulares con las bases llenas? El ateísmo carece de un marco último necesario para que nuestras vidas tengan un significado último. No, no estoy diciendo que “en el teísmo nuestras vidas son las cosas más importantes”. “Último” no quiere decir “supremo” sino algo más como “final”.

2. Usar ‘propósito’ para referirse a ‘telos o objetivo de la vida’ comete una petición de principio porque es obvio que en el ateísmo no existe un telos u objetivo de la vida”. ¡Tú concedes mi punto! Es obvio que, dado el ateísmo, no hay un objetivo último de la vida. Ser obvio no hace que un argumento cometa una petición de principio. Pero dices, “ningún ateo se encontraría esto alarmante o problemático”. ¿De veras? ¿Has leído el libro “A Free Man’s Worship [El Culto de un Hombre Libre]”? Russell escribió”

[…] aun con menos finalidad y más carente de sentido, el mundo que la ciencia presenta a nuestra opinión. Y este es el mundo donde nuestros ideales han de encontrar su morada, si es que ésta existe, de hoy en adelante. El hombre es el resultado de causas que no previeron el fin al que conducían. El origen y desarrollo de las esperanzas y temores del hombre, de sus amores y creencias no son sino el resultado de ciertas situaciones accidentales de los átomos. Ninguna pasión, heroísmo, intensidad de pensamiento o de sentimiento pueden preservar la vida individual más allá de la tumba. Toda la espléndida luminosidad del género humano está destinada a extinguirse con la abrumadora muerte del sistema solar. Todo el templo de las realizaciones del Hombre quedará inevitablemente enterrado bajo los restos de un universo en ruinas; todo esto, aun cuando sea susceptible de discusión, es, sin embargo, casi tan cierto, que ninguna filosofía que lo rechazara podría aspirar a mantenerse en pie. Sólo dentro del armazón de estas verdades, sólo sobre los firmes cimientos de una completa desesperación, podrá construirse en lo sucesivo, con seguridad, la morada del alma.

También, los existencialistas ateos testifican de la desesperación que engendra el ateísmo debido a la vida sin propósito. ¿De dónde piensas que saqué esos puntos? ¡De los ateos!

3. ¿No son ambos ‘significativo o importancia’ y “telos u objetivo de la vida” conceptos sujetivos aun en la escala divina, ya que son relativos y asignados por Dios.? “Relativo” aquí designa una propiedad relacional, no una propiedad que depende de la mente. Para ilustrar: ¡en la Teoría Especial de la Relatividad, la longitud es relativa a los marcos de referencia, pero no es sujetiva! Hay un hecho objetivo acerca de cuan larga es una vara de medir relativo a un marco de referencia específico. De igual manera, todos estos conceptos de significado, valor y propósito son propiedades relativas que dependen de la existencia de Dios. El propósito objetivo de la vida humana es, por ejemplo, conocer a Dios.

4. “¿Mi término ‘último’ significa ‘sin fin’ o incuestionable’?” Pienso que ninguno. Significa algo más como “final”, como en el tribunal de apelación final. De modo que ¿cuál es el problema? Piensas que el teísmo no proporciona un tribunal de apelación final: “De seguro que podemos preguntar—y yo me pregunto—“¿qué es tan maravilloso acerca de eso?” ¿Qué es acerca de dicha actividad que automáticamente responde la pregunta “¿por qué esto vale la pena al final?” Pienso que el teísmo proporciona un tribunal de apelación final. No sólo es lógicamente imposible para que haya algo más allá de Dios, sino que Dios es el Summum Bonum, el Bien Mayor. De hecho, Él es la bondad misma. Cuando estuviste de acuerdo conmigo acerca de (d), Pranav, espero que eso quería decir que tú también estás de acuerdo conmigo que si Dios existe, entonces los valores morales objetivos existen. ¡No puede haber nada mayor que conocer al Dios más grande! La pregunta de Maitzen refleja un malentendido ateo típico acerca de quién es Dios (¡algún tipo de camarada o compadre, tal vez!). Una vez entendemos quién es Dios, entonces podemos ver de inmediato el por qué el marco teísta proporciona una respuesta última para las preguntas más profundas del hombre. De modo que tienes razón de que la idea del significado y propósito último son imposibles es inconsistente con el teísmo cristiano porque esa idea debe negar que Dios es el Bien Mayor.

Ahora, ¿cuál es el problema con (b*)? Dices que “el naturalista realista moral puede simplemente argumentar de que las razones morales sopesan las razones prudenciales y que él debería seguir las razones morales”. Cierto, él puede decir eso, pero el que haya elegido las razones morales sobre las razones prudenciales es algo arbitrario. No hay duda que en el ateísmo las razones morales y las razones prudenciales pueden y, en efecto, entran en conflicto y no hay forma de resolver el conflicto a menos que sea por preferencia personal. Por el contrario, en el teísmo cristiano es de tu mejor interés actuar de una manera moral, ya que Dios te hace responsable.

Tú añades “muchos cristianos se comportan de una manera moral no por el deseo de ser buenos sino más bien por el temor que tienen de la vida después de la muerte”. ¿Cómo eso socava mi afirmación de que la ausencia de responsabilidad moral desde una cosmovisión atea es de-moralizadora porque ésta debilita el interés de uno en las preguntas morales? Como más, eso mostraría que la creencia teísta también puede ser de-moralizadora si las personas actúan por razones puramente prudenciales en vez de por razones morales. Pero una sicología humana realista sugiere que como criaturas caídas que no hacen el bien de manera natural, necesitamos ambas, tanto las razones morales como las prudenciales para vivir buenas vidas, en específico cuando hacer la cosa correcta va contrario al interés propio inmediato o cuando la tentación de hacer el mal es fuerte. Luego recordar que Dios te tendrá responsable moralmente puede ayudarte a hacer lo que sabes que deberías hacer. Sólo los santurrones o engreídos “Fariseos” piensan que siempre actúan con motivos puramente altruistas y de esa manera no tienen necesidad de esos incentivos.

¡Otra vez, gracias por tu pregunta, Pranav, y espero que mis respuestas te puedan dar la confianza para utilizar estos medios poderosos de pre-evangelismo!

- William Lane Craig