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#265 El Principio Causal

December 24, 2013
Q

Estimado Dr. Craig,

Me preguntaba si una razón plausible por la que los naturalistas rechazan la premisa causal del argumento kalam es que muchos de ellos sostienen un concepto de causalidad en términos de “acontecimientos” y no de cosas.

Esto va en contra del concepto aristotélico y del medieval de las causas en términos de “cosas” y no de acontecimientos.

En el libro académico que fue recientemente publicado titulado “The Oxford Handbook of Causation” [Manual Oxford de Causalidad], el filósofo John Marenbon comenta:

“La mayoría de discusiones acerca de la causalidad en el aristotélico medieval y en las tradiciones neoplatónicas conciben las causas como cosas—en la mayoría de los casos, substancias corpóreas (un padre) o incorpóreas (el Agente Intelecto/Intelectual). Con frecuencia, los efectos de las causas también son cosas (por ejemplo, el padre es la causa de su hijo), aunque también se discuten las causas de la moción.” (Página 52)

Como explica Marenbon, las “cosas” (no los acontecimientos) fueron los relata de la relación causal.

Sin embargo, según la mayoría de los naturalistas contemporáneos (como J. P. Moreland ha explicado muy bien), los acontecimientos (no las cosas) son los relata de la relación causal, por ejemplo, sólo los acontecimientos pueden ser causas o efectos.

Pienso que este punto tiene implicaciones interesantes, ya que en la formulación suya del kalam usted es explicito de que está hablando acerca de cosas (no de acontecimientos). De hecho, usted ha escrito explícitamente que el principio causal es completamente compatible con la existencia de acontecimientos que no son causados (por ejemplo, los acontecimientos cuánticos).

Como una vez le comenté a usted en una carta, Mario Bunge también incluye algunos acontecimientos espontáneos en el cerebro (los cuales están supuesta a no ser “causados”) como evidencia de que el principio causal (relacionado a los acontecimientos) no es siempre válido. Pero Bunge está de acuerdo con el principio causal concerniente a las cosas, ya que él piensa que el principio “de la nada viene nada: es un principio básico de la metafísica y de la ciencia.

¿No es posible que parte de la negación de parte de los naturalistas del principio causal en el argumento kalam se deba a la noción de causas en términos de cosas y no de acontecimientos, lo cual está inherente en la formación que usted hace del argumento kalam?

¿Piensa usted que sea posible defender una versión del kalam en términos de los acontecimientos solos?

Véase el libro The Oxford Handbook of Causation [Manual Oxford de Causalidad] para discusiones adicionales sobre las teorías filosóficas de causalidad medieval y contemporánea.

Mary

  • Venezuela

Dr. Craig

Dr. craig’s response


A [

Mary, mi amigo Chris Weaver recientemente trajo ese problema a mi atención. Las teorías contemporáneas de la causalidad no piensan que las cosas estén en relaciones causales, sino los acontecimientos o los estados de cosas. Por ejemplo, el ladrillo pegándole a la ventana es la causa de que la ventana se rompa. Así que contrario a los análisis medievales, las cosas como las personas o los caballos y hasta Dios no son causas de otras cosas. El argumento Kalam, como lo he expuesto, habla de que las cosas tienen causas, en específico las cosas que comienzan a existir, como el universo.

Una manera de responder a este problema sería de desafiar la idoneidad de los análisis contemporáneos que excluyen las cosas de contar como causas. Uno no necesita negar que los acontecimientos o los estados de cosas pueden estar relacionados causalmente, sin embargo también lo pueden estar las cosas. Pienso que esta es una respuesta razonable. Observo que en la brillante traducción de Alfred Freddoso y en el comentario de Francisco Suárez acerca de “On Creation, Conservation, and Concurrence” [Acerca de la Creación, Conservación y Concurrencia] (Metaphysical Disputations 20-22),* Freddoso argumenta que el relato de Suárez de la causalidad en términos de agentes y pacientes causales es superior a cualquiera de los relatos contemporáneos de la relación causal.

Pero tampoco tenemos necesidad de discutir innecesariamente. Uno puede simplemente formular el argumento para que tome en cuenta las sensibilidades modernas:

1. Si el universo comenzó a existir, entonces el universo tiene una causa para su comienzo.

2. El universo comenzó a existir.

3. Por lo tanto, el universo tiene una causa para su comienzo.

En esta formulación, lo que está en necesidad de una causa es un acontecimiento, es decir, el comienzo a existir del universo. La causa será Dios creando el universo, otro acontecimiento.

Debido a que el argumento está tan fácilmente formulado en términos de acontecimientos, yo sospecho que es por eso que, a mi conocimiento, nadie alguna vez ha objetado al argumento sobre las bases que mencionas.

Es obvio que el argumento no implica de que cada acontecimiento tenga una causa. Aun podemos, si deseamos, apoyar la posición de Bunge, la cual yo mismo me encuentro con pena o compasión, al sostener que todo lo que comienza a existir tiene causa para su comienzo (incluyendo las partículas virtuales), pero no permitiendo que ocurran movimientos o cambios en cosas que ya existen sin causas, precisamente por la razón que él da.

Referencia:

* Saint Augustine’s Press, 2002.

- William Lane Craig