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#237 ¿Comete la Apelación al Testimonio del Espíritu Santo una Petición de Principio?

January 25, 2014
Q

Estimado Dr. Craig,

He encontrado que la relación entre la razón y la fe es uno de los aspectos menos entendidos del cristianismo, en especial el aspecto relacionado con cómo llegamos a saber que el cristianismo es verdadero.

En la Pregunta # 30 (Afirmaciones Falsas del Testimonio del Espíritu Santo) usted respondió a estas preguntas, pero sospecho que sus respuestas no son muy convincentes para muchas personas (e inclusive para mí misma, para ser honesta).

Cuando está forzado a explicar cómo usted sabe que su experiencia del Espíritu Santo es verídica y no falsa (como la experiencia de los mormones o los musulmanes), usted responde: "la experiencia del testimonio del Espíritu es auto-autenticada para la persona que realmente la tiene. El cristiano lleno del Espíritu Santo puede saber de inmediato que su afirmación del testimonio del Espíritu es verdadera a pesar de las falsas afirmaciones que hacen las personas que se adhieren a otras religiones".

Me parece que su respuesta comete una petición de principio a favor del cristianismo (o más específicamente, a favor de las afirmaciones de los cristianos de tener experiencias verídicas del Espíritu Santo) y en contra de las afirmaciones de otras personas religiosas no cristianas de tener experiencias similares del Espíritu de Dios.

En otras palabras, su respuesta supone:

1—Que el cristianismo es verdadero (por lo tanto, el Espíritu Santo realmente existe como lo experimentan los cristianos).

2—Que los cristianos tienen acceso a esa verdad y por lo tanto las otras afirmaciones no cristianas acerca del Espíritu de Dios (o las afirmaciones de otras personas religiosas) son falsas.

Pero precisamente lo que está en juego es si el cristianismo es verdadero o no (esto es lo que queremos saber) y, si ese es el caso, ¿Cómo lo podemos saber de manera objetiva (no puramente por medio de la experiencia subjetiva, la cual por sí misma, es equivalente a otras experiencias sujetivas de otros creyentes religiosos no cristianos).

He leído y re- leído sus explicaciones sobre este tema, tanto en su libro y en su sitio Web, y me siento que algo está mal con su argumento.

La naturaleza de la petición de principio de su explicación se hace más clara cuando usted pregunta retóricamente: "¿Cómo es el hecho de que otras personas, como los musulmanes o los mormones afirman falsamente haber experimentado el testimonio auto-autenticado del Espíritu de Dios, relevante a mi conocimiento de la verdad del cristianismo, a través del testimonio del Espíritu?"

Es cierto que si el cristianismo es verdadero y existe el Espíritu Santo, entonces el hecho de que otras personas falsamente afirman experimentar el Espíritu de Dios es irrelevante para el que yo sepa o conozca la verdad del cristianismo.

Pero el problema es que nosotros no sabemos de antemano si el cristianismo es verdadero o no (¡eso es lo que estamos tratando de saber!), así que no puedo suponer que mi experiencia del Espíritu Santo es una que es verídica, y la experiencia de las otras personas es la falsa.

¿Puede usted expandir con más detalles en estas preguntas, por favor?

Atentamente,

Mary

  • Venezuela

Dr. Craig

Dr. craig’s response


A [

Mary, esta es una objeción que, aunque es comprensible, está basada en una falta de poder comprender correctamente el proyecto de Alvin Plantinga en la epistemología religiosa. Plantinga distingue entre lo que él llama objeciones de facto y objeciones de jure para la fe cristiana. Una objeción de facto, de hecho, es una que está dirigida a la verdad de la fe cristiana, que intenta mostrar que las afirmaciones cristianas de verdad son falsas. Por el contrario, una objeción de jure intenta socavar la creencia cristiana, aún si el cristianismo es, de hecho, verdadero. Plantinga identifica tres versiones de la objeción de jure: que la fe cristiana no está justificada, que es irracional y que es no está garantizada. El objetivo de Plantinga es de mostrar que todas esas objeciones de jure para la fe cristiana no tienen éxito, o, en otras palabras, que la fe cristiana se puede demostrar ser injustificada, irracional, o no garantizada sólo si se demuestra que las creencias cristianas son falsas. Por lo tanto, no hay objeción de jure para la creencia cristiana independiente de la objeción de facto.

Para mostrar eso, Plantinga desarrolla un modelo o una teoría de la creencia cristiana garantizada, es decir, un relato de cómo es que sabemos o conocemos la verdad de varias afirmaciones de verdad del cristianismo. De parte de ese modelo, Plantinga afirma, no es que sea verdadero, sino que

(i) es epistémicamente posible, es decir, por todo lo que sabemos, que podría ser verdadero;

(ii) si el cristianismo es verdadero, no hay objeciones filosóficas para el modelo;

(iii) si el cristianismo es verdadero, entonces algo como el modelo es muy probable que sea verdadero.

Según el modelo de Plantinga, Dios nos garantiza las grandes verdades del Evangelio mediante el testimonio interno del Espíritu Santo. Tales creencias son para nosotros creencias propiamente básicas basadas en (pero no se deducen de) el testimonio del Espíritu Santo.

Ahora bien el punto es, que este modelo podría, por todo lo que sabemos ser verdadero. Además, si el cristianismo es verdadero, entonces, como observas, no hay ningún problema con el modelo. Por último, creo que Plantinga tiene razón de que si el cristianismo es verdadero, entonces algo así como su modelo es muy probable que sea verdadero. Así que no hay ninguna objeción de jure a la creencia cristiana. El no creyente que quiera argumentar de que la fe cristiana es injustificada, irracional, o no garantizada tiene que presentar objeciones a la verdad de la fe cristiana. Por si no lo hace, entonces, por todo lo que él sabe, el cristianismo muy bien podría ser verdadero, en cuyo caso simplemente no hay ningún problema con la creencia cristiana.

Espero que puedas ver que nada de esto comete una petición de principio, ya que las afirmaciones claves son condicionales. Ninguna de ellas supone que el cristianismo realmente sea verdadero.

Ahora, por supuesto, un musulmán podría exactamente hacer afirmaciones similares sobre el Islam, como reconoce Plantinga. Por lo tanto, tampoco no hay objeción de jure a la creencia musulmana.

Así que naturalmente querremos saber: "Bueno, entonces, ¿es el cristianismo verdadero?" El cristiano dirá: "Sí" Eso plantea una pregunta adicional: "¿Cómo sabes eso?” El cristiano podría responder: "Porque yo sí experimento el testimonio interno del Espíritu Santo.” No hay nada circular aquí, nada más que como alguien quien reporta haber experimentado la realidad del mundo exterior o la presencia de otras mentes. Si algún solipsista me dijera que no cree en la realidad del mundo externo o de otras mentes, eso no haría nada para derrotar mis creencias. Aun si él afirmara que Dios estaba garantizándole sus creencias solipsistas de una forma propiamente básica, eso no haría nada para poner en tela de juicio mis creencias. Él puede afirmar lo que él quiera, yo sé mejor.

Por supuesto, el musulmán puede decir lo mismo, y en eso tenemos un empate. Pero aquí se hace relevante mi distinción entre el conocer o saber que nuestra fe es verdadera y mostrar que es verdadera. Para mostrarle a nuestro amigo musulmán que sus creencias no son propiamente básicas, podemos presentar objeciones de facto para la verdad del Islam. Puesto que de hecho él no tiene un testimonio genuino del Espíritu Santo para la verdad del Islam, podemos esperar que su confianza se “vaya abajo” con la fuerza de la evidencia y que él llegue a ver que su experiencia o no era verídica o estaba malinterpretada.

Una vez más, el musulmán puede decir la misma cosa y así involucrarse en la apologética musulmana con la intención de proporcionar las objeciones de facto para el cristianismo. ¡Maravilloso! ¡Qué comience el debate!

- William Lane Craig